Por: Pedro René Almonte M.
En nuestro pasado reciente “las hienas mediáticas” como las he bautizado, eran conocidas como “bocinas”, pero el comportamiento de estos “seres humanos” es más parecido al de las hienas que al de una bocina. El vivir en un país donde la vejez sólo la tiene garantizada quien llega “buchú” a ella, pone a algunos individuos a decir mentiras y repetirlas hasta intentar convertirlas en verdad. Un encuentro casual con un sobre debajo de la mesa es suficiente incentivo para comenzar a disparar a mansalva cualquier cosa, menos la verdad. Lo que impera es dictar de manera fiel lo que escribe el cerebro tras bastidores, para luego cobrar por rendirle tributo a la mentira, escupiendo un micrófono o mirando a una cámara de televisión sin el más mínimo sentimiento de culpa ni remordimiento.
En tal sentido, como era de esperarse ya las hienas mediáticas recibieron su incentivo para ir detrás del pellejo de la alianza opositora “RescateRD”, pues el oficialismo sabe que el único chance que tiene la oposición de sacarlos del poder, es uniéndose en todos los puntos cardinales. Esa unidad tenía que darse y se dió, es por eso que para beneficio del oficialismo, esa alianza debe ser destruida aunque se gaste medio país en ello.
Asimismo, para acabar con RescateRD no sólo hacen falta las hienas mediáticas, sino que también son necesarios los traidores internos de una causa cualquiera; los cuales tienen su precio, no hacen su trabajo de manera gratuita. Sepan que a las bases y dirigentes medios no les importa que el presidente sea Miguel Vargas, Leonel Fernández o Abel Martínez. Lo que nos une es más grande que eso. Lo que nos une a todos es el anhelo de que el Metro vuelva a funcionar, de que los apagones terminen, de que podamos comprar comida más barata, de que la delincuencia disminuya y por ahí María se va…
¡No inventen porque sin alianza No hay esperanza!